Definiendo de manera indiscutible la silueta de Viacamp, encontramos sobre una pequeña meseta esta torre de origen medieval.

Se construyó en el siglo XI para defender el territorio frente a los musulmanes, por ello, responde a la estructura característica de las torres vigía.

Cuenta con cuatro plantas y acceso en altura, para facilitar su defensa. La planta baja servía de almacén, en la primera se situa el acceso en altura y una letrina. La segunda planta presenta tres vanos aspilleros y en la superior se abren siete vanos de medio punto, desde los que se accedía a cadalsos de madera, también cuenta con una pequeña capilla-oratorio.

El acceso a la torre es posible desde su restauración en 2006, convirtiéndose así en un excelente mirador natural.